ORIGENES
En esa época las producciones teatrales se efectuaban
en el edificio del Ayuntamiento de Sídney, un espacio considerado insuficiente
para este tipo de producciones. En 1954, Goossens tuvo un gran éxito al obtener
el apoyo del primer ministro del estado, Joseph Cahil , quien solicitó diseños
para la construcción de un nuevo edificio dedicado expresamente para albergar
el teatro de la ópera.La idea de construir un teatro de ópera en Sydney comenzó
a concretarse en los últimos años de la década de los 40 cuando Eugene
Goossens, director del Conservatorio de Música de Sídney del estado de Nueva
Gales del Sur sostuvo que la ciudad necesitaba contar con un lugar conveniente
para las grandes producciones de teatro.
Goossens también insistió en que el edificio se
construyera en la península de Bennelong Point, sobre la Bahía de Sídney, contra la
opinión del primer ministro Cahill, que opinaba que era mejor instalarlo en las
cercanías de la estación de ferrocarril de Wynyard, en el noroeste de la
ciudad, facilitando así de esta forma su acceso. Bennelong es una pequeña
península denominada de esta forma en honor a un aborigen llamado Bennelong
(1764-1813) que hacía de intermediario entre el asentamiento aborigen y el
Comandante de la Flota
y primer Gobernador de Nueva Gales, Arthur Philip. El concurso se inició el 13
de septiembre de 1955 y recibió un total de 233 proyectos provenientes de 32
países diferentes en busca de un premio consistente en 100.000 dólares. Los
criterios mínimos especificados que debían de contener los proyectos eran una
gran sala con capacidad para 3000 butacas y una sala de menor tamaño para unas
1200 butacas, cada uno de los diseños debían de contener además espacios para grandes
óperas, conciertos de orquestas, coros, conferencias, reuniones,
representaciones de diferentes tipos.El diseño ganador fue anunciado en 1957,
resultando vencedor el proyecto de Jørn Utzon, un arquitecto danés. Eero
Saarinen, arquitecto y diseñador americano de origen finlandés, que integraba
el jurado de la Comisión
del Teatro de la Ópera de Sídney, resultó crucial para la selección del diseño
de Jørn Utzon. Utzon llegó a Sídney en 1957 para ayudar a supervisar el
proyecto y la construcción del edificio.En el terreno escogido para la
construcción del complejo, se encontraba el antiguo Fuerte Macquarie,
convertido entonces en depósito de tranvías, que debió ser demolido en 1958. Al
año siguiente comenzó formalmente la construcción. El proyecto fue ejecutado en
tres etapas:Diseño y construcción
1. La etapa
I (1959–1963) consistió en el construir el podio superior;
1. La etapa
II (1963–1967) consistió en la construcción de las bóvedas externas;
1. La etapa
III (1967–1973) consistió en el diseño interior y la construcción.
Primera etapa: El podio (1959-1963)El comienzo
prematuro y forzado de la obra condujo a problemas finales muy significativos,
el mayor de los cuáles fue la construcción de las columnas del podio que debían
sustentar el techo, con una resistencia menor que la necesaria para poder
sustentar la estructura proyectada de la azotea. Este error llevó a que la
cubierta tuviera que ser redefinida por lo que su diseño sufrió una variación
respecto al diseño original. La primera fase de las obras comenzó el 5 de
diciembre de 1958, por la empresa constructora con sede en Sídney Lend Lease
Corporation. El gobierno decidió iniciar las obras inmediatamente, temiendo que
el financiamiento o la opinión pública, pudiera revertir y retrasar o incluso
cancelar la obra. Pero esa decisión se encontró con el problema que los diseños
estructurales más importantes todavía no estaban realizados (lo más notable las
velas, que seguían siendo parabólicas en ese momento). Para el 23 de enero de
1961, sólo se habían empleado 47 semanas de trabajo, este retraso en la obra se
debía principalmente debido a las dificultades inesperadas (inclemencias
meteorológicas, construcción que comienza antes de que los dibujos apropiados
de la construcción hubieran sido preparados, cambios de los documentos
originales del contrato). Finalmente, el 31 de agosto de 1962 se terminó el
podio.
Segunda etapa: Las bóvedas externas (1963-1967)Desde
1957 hasta 1963 el equipo de diseño barajó por lo menos doce diferentes
interacciones en la forma de las bóvedas (esquemas incluyendo parábolas,
costillas circulares y las elipsoides) antes de hallar que una solución
realizable.Tuvieron que encontrar una manera por la cual construir de forma
económica las bóvedasde forma prefabricada, porque usar encofrado
"in-situ" hubiera acarreado un costo desmesurado. La repetición de
esta técnica en la azotea también hubiera sido demasiado costosa.El trabajo de
diseño sobre las cáscaras implicó una de las aplicaciones más tempranas de las
computadoras en el análisis estructural para entender el complejo sistema
defuerzas que recibirían las bóvedas. En la mitad del año 1961 el equipo de
diseño encontró una solución al problema: todas las bóvedas son creadas como
secciones de una esfera.
Existe una gran controversia sobre a quién atribuir
esta solución original. Inicialmente fue atribuida a Utzon. Una carta a de Ove
Arup a Ashworth, un miembro del comité ejecutivo de la Sídney ópera house, dice:
Utzon vino con una idea de hacer todas las bóvedas con
una curvatura uniforme en todas las partes y en ambas direcciones. Peter Jones,
autor de la biografía de Ove Arup, indica que «...el arquitecto y sus
partidarios igualmente dijeron recordar el preciso momento eureka...; los
ingenieros y algunos de sus asociados, con igual convicción, recuerdan la
discusión tanto en el centro deLondres como en la casa de Ove;». Jones concluye
que "la evidencia existente muestra que Arup examinó varias posibilidades
para la geometría de las bóvedas (shells), desde parábolas a elipsoides y
esferas". Por su parte, Yuzo Mikami, un miembro del equipo de diseño,
presentó una visión completamente opuesta en su libro sobre proyecto titulado
Utzon's Sphere. Es poco probable que la verdad definitiva sea conocida en algún
momento, pero hay un claro consenso sobre el hecho de que el trabajo realizado
por el equipo de diseño es de una gran calidad. De hecho para la primera parte
del proyecto, tanto Utzon como Arup y Ronald Jenkins (socio de Ove Arup)
jugaron un papel significativo en el desarrollo del proyecto....los dos hombres
y sus respectivos equipos mantuvieron una colaboración que se notó en la
productividad y, a pesar de los muchos traumas, fue observado por la mayoría de
los implicados en el proyecto como un punto alto de la colaboración entre
arquitectos e ingenieros.Como Peter Murray estableció en The Saga of the Sydney
Opera House:
De esta manera la forma esférica fue la finalmente
usada en el diseño final. La esfera, al ser la superficie curva tridimensional
más sencilla, abría un gran abanico de posibilidades en el diseño, y se
convertía así en la forma geométrica más simple y fácil de controlar. En una
esfera el grado de curvatura es igual en todos los puntos de la misma.
Las bóvedas fueron construidas por Hornibrook Group
Pty Ltd, quiénes eran también responsables de la construcción en la tercera
etapa. Hornibrook fabricó las 2400 costillas prefabricadas y 4000 paneles de la
azotea en una fábrica en el mismo sitio, y también desarrolló los procesos de
la construcción. Esta técnica evitó la necesidad de construir un costoso
encofrado, recurriendo al uso de unidades prefabricadas (también permitió que
los azulejos de la azotea fueran prefabricados en láminas a nivel del suelo, en
lugar de ser pegados individualmente sobre la bóveda en altura). Ingenieros de
Ove Arup & Asociados supervisaron personalmente la construcción y
colocación de las piezas de la bóveda, en la cual se utilizó un innovador
sistema de sujeción de acero, denominado arco de construcción, para apoyar las
diversas azoteas antes de la terminación. Así para la forma de la estructura de
las vigas se usó un sistema de abanico. Las vigas partían de un punto
abriéndose como un abanico siendo su trazado el de los meridianos de la esfera
haciendo que la línea que las define tuviera para todas las vigas el mismo
radio: 460 pies.
En el cálculo, toda la casuística de los detalles, se podía aplicar a todas las
bóvedas;Con la fabricación en el mismo lugar de la obra, la construcción se
simplificó considerablemente, sobre todo porque las cáscaras son fragmentos de
una misma esfera de un radio de alrededor de 75 metros (246 pies). Al trabajar con
una esfera no sólo se simplificó la construcción, sino también los cálculos.
La construcción
se facilitaba, puesto que todas las vigas podrían ser porciones de mayor o
menor tamaño de una misma viga y los moldes para la prefabricación de piezas se
podía reutilizar varias veces. Así con doce encofrados se construyeron las 1498
vigas que forman el esqueleto de las bóvedas con el ahorro de tiempo y dinero
que acarreó (véase imagen más abajo).
El 6 de abril de 1962 se estimó que el edificio de la
Ópera podría estar finalizado entre los meses de agosto de 1964 y marzo de
1965. Sin embargo el tiempo estimado fue superado y para finales de 1965, se
estimaba que la segunda fase recién estaría completada en 1967 .En 1965 hubo un
cambio de gobierno en el estado de Nueva Gales, asumiendo como premier Robert
Askin. El nuevo gobierno cambió los equipos a cargo del proyecto,
transfiriéndolo al Ministerio de Obras Públicas. Esto condujo en última
instancia a la dimisión de Utzon en 1965 (véase abajo).
Tercera etapa: interior (1963-1973)La tercera etapa de
construcción estuvo destinada a los interiores. Comenzó en febrero de 1963,
cuando Utzon trasladó su oficina entera a Sídney. En 1965 Utzon fue despedido y
su cargo fue asumido principalmente por Peter Hall quien tomó el control de las
obras, y se hizo en gran parte responsable del diseño del interior. Otras personas
designadas ese año para substituir a Utzon fueron E.H. Farmer como arquitecto
del gobierno, D.S. Littlemore y Lionel Todd.
Hasta ese momento (octubre de 1965) el proyecto había
gastado solamente 22.9 millones de dólares, menos de un cuarto del coste final.
Sin embargo los costes proyectados para el diseño en esta etapa eran mucho más
significativos.3Según Peter Jones, el diseñador de la etapa, Martin Carr,
criticó la «configuración, altura y anchura del escenario, las instalaciones
físicas para los artistas, la localización de los camerinos, las anchuras de
puertas y sus elevaciones, y la localización del tablero de iluminación». En
1966 el consejero acústico, Lothar Cremer, confirmó a SOHEC que el diseño
acústico original de Utzon permitía solamente 2000 asientos en la sala
principal e indicó que el incremento en el número de asientos hasta 3000 como
estaba especificado en el diseño sería desastroso para la acústica del recinto.
El revestimiento del podio y el pavimento: el podio no
debía ser originalmente una llanura abierta al mar, pero se hizo abierta. Los
cuatro cambios más significativos al diseño después de la salida de Utzon del
proyecto fueron: .
La
construcción de las cristaleras: Utzon había planificado usar un sistema de
parteluces contrachapados pero diseñando un sistema diferente para tratar el
cristal.
Uso de las
salas: la sala principal, que había sido diseñada como sala polivalente para
óperas y conciertos, se destinó finalmente a sala exclusiva de conciertos. La
sala menor, diseñada inicialmente sólo para producciones teatrales, en el
proyecto final quedó destinada tanto para la representación de ópera como de
teatro. También fueron agregados dos teatros más. Estos cambios eran sobre todo
debido a las insuficiencias en el diseño original que fue presentado a
concurso, en el que no estaba claro cómo debía ser utilizada el teatro de la
ópera. La disposición de los interiores fue cambiada y la maquinaria del
escenario, diseñada inicialmente para estar dentro de la sala principal, fue
sacada y gran parte traslada a otra zona.
El Teatro de
la Ópera fue terminado formalmente en 1973, alcanzando un coste de 102 millones
de dólares. Sam Hoare, el director de Hornibrook a cargo del proyecto, indicó
los costes aproximados por cada proyecto en 1973:El diseño del interior: El
pasillo que diseñó Utzon, su acústica y el diseño de los asientos para el
interior de los pasillos principales, fueron desechados totalmente. Su diseño
para el salón de conciertos también fue desechado debido a que solamente daba
cabida a 2000 butacas, lo que se consideró insuficiente. Utzon empleó al
consultor acústico Lothar Cremer, y sus diseños para los pasillos principales
fueron modelados y revelándose más adelante de gran calidad. Las versiones posteriores
de Todd, Hall y Littlemore de las dos salas principales tienen algunos
problemas de acústica, particularmente para los músicos de ejecución. El foso
de la orquesta en el Teatro de la Ópera es estrecho y peligroso para los
músicos.
Etapa I: El podio construido por Civil & Civic P/L
aproximadamente 5.5 millones de dólares
Etapa II: Las bóvedas construidas por M.R. Hornibrook
(NSW) P/L aproximadamente 12.5 millones de dólares.
Etapa III: Interiores construidos por Hornibrook 56.5
millones de dólares.
Contratos separados: Equipo del escenario, iluminación
y órgano 9.0 millones de dólares.
Accesos y otros costes 16.5 millones de dólares. El
coste original estimado en 1957 era de 3,500,000 de (7 millones de dólares) siendo la fecha
original de terminación fijada por el gobierno el 26 de enero de 1963 .La
relación entre el cliente, el arquitecto, los ingenieros y los contratistas se
convirtió en un punto de aumento de la tensión, entre Utzon y los clientes, y
también entre Utzon y Arups. Utzon creyó que los clientes deberían recibir toda
la información sobre todos los aspectos del diseño y de la construcción a
través de él, mientras que los clientes deseaban un sistema (dibujado en forma
de bosquejo hecho por Davis Hughes) donde arquitecto, contratistas, y los
ingenieros, cada uno, mostraban al cliente el trabajo directamente. Esta
diferencia tenía grandes implicaciones para los métodos de consecución y
control del coste, con Utzon deseando negociar contratos con los proveedores
elegidos (tales como Ralph Symonds para los interiores del chapeado) y el
gobierno australiano que insistía en que los contratos fueran puestos en oferta
pública. Para la primera etapa del proyecto Utzon trabajó codo a codo con éxito
con el resto del equipo de diseño y el cliente, pero con el progreso del
proyecto, él llegó a tener claro (con el uso revisado de las salas a petición
de los clientes) que los requisitos del concurso habían sido inadecuados en lo
que respecta a la acústica, las especificaciones de los espacios de funcionamiento
y otras áreas, y que el cliente no había apreciado los costes o el trabajo
implicados en el diseño y construcción. Las relaciones entre el cliente y el
equipo de diseño se complicaron más cuando se dio la orden de iniciar la
construcción prematuramente, a exigencia de los promotores estatales, a pesar
de que el diseño aún se hallaba incompleto.
Sin embargo, las razones por las que Arups necesitaba
entrar en contacto directamente con los clientes estaban igualmente claras.
Peter Murray explica eso:
Cuando él se trasladó a Australia, cerró su oficina
durante tres meses y se dedicó a viajar. Arups no podía entrar en contacto con
él y se vieron obligados a efectuar un número de variaciones en el diseño sin
la mediación de Utzon. Esto debió tener un efecto significativo en la relación
de Utzon con sus ingenieros.
Utzon era muy reticente en responder a las preguntas o
críticas de su cliente, la "Sydney Opera House Executive Committee"
(SOHEC).Pese a ello fue apoyado permanentemente por el profesor Harry Ingham
Ashworth, un miembro del comité y uno de los jueces originales de la
competición. No obstante la relación no fue facilitada por la postura de Utzon,
que era poco dispuesto a subordinar sus diseños, en algunos aspectos, a los
deseos de cambio de los clientes. Como él le comentó a Jack Zunz, miembro del
equipo de diseño, en 1961:
Me es indiferente cuánto cuesta. Me es indiferente
cuánto tiempo lleva. Me es indiferente el escándalo causado. Eso es lo que
quiero. Utzon sostenía constantemente que había solucionado todos los problemas
en su cabeza, pero era reacio a elaborar dibujos o documentación para demostrar
el coste o la visión de su diseño posterior. Peter Murray declaró:
Utzon investigaba continuamente nuevas soluciones
pero, con una desgana para confiar en otras personas, él se preocuparía sin
parar en el problema durante meses.Durante el concepto inicial y las etapas
tempranas del diseño éste no era ningún problema, pero más adelante durante el
proceso comenzaron unas considerables tensiones entra las partes. La capacidad
de Utzon nunca se puso en duda y Ove Arup de hecho indicó que Utzon era:
...probablemente el mejor de todos con los que haya
tratado a través de mi larga experiencia en el trabajo con arquitectos... La
Ópera de Sídney podría convertirse en la primera obra maestra contemporánea del
mundo, si Utzon diera su cabeza.Sistema de abanico de las vigas para la
sujeción de las bóvedas.
Durante los años siguientes la relación empeoró, con
Utzon rechazando el acceso a los dibujos y a los documentos al representante
del ministerio de obras públicas.
Al mismo tiempo, había discusiones sobre trabajo que
Utzon había realizado y cuyo pago no había quedado satisfecho. Arups fue
actuando cada vez más a menudo como un mediador con la misión de reconciliar a
ambas partes. Jack Zunz, miembro del equipo de diseño de Arup, indicaba tras
una reunión con Utzon en Londres en 1964:
Él presentó con energía sus argumentos para apoyar su
caso e insistió... que lo apoyásemos lealmente pues él nos había apoyado en las
etapas I y II. Debemos hacer esto... siempre que no entre en conflicto con
nuestras responsabilidades básicas con nuestro cliente.
En mayo de 1965, Davis Hughes se convirtió en ministro
de obras públicas. Ese mismo año, en octubre, Utzon dio a Hughes un horario
precisando las fechas de terminación de partes de su trabajo para la tercera
etapa. Hughes, por su parte, retuvo el permiso para la construcción de los
prototipos del chapeado para los interiores. Utzon estaba trabajando el
chapeado con Ralph Symonds, un fabricante con base en Sídney y altamente
valorado por muchos, pero sobre el cual había recibido advertencias de Arup en
marzo de 1964, en el sentido de que su "conocimiento de las tensiones del
diseño del chapeado, eran extremadamente superficiales" y que el consejo
técnico era "elementalmente podemos decir como mínimo que era
completamente innecesario para nuestros propósitos". Ese mismo año la
empresa de Ralph Symonds quebró.La relación entre Utzon y el promotor de la
obra nunca se recuperó, quedando reflejadas en los expedientes del gobierno las
amenazas de dimisión de Utzon. La ruptura definitiva se concreto mediante el
siguiente diálogo:
-Utzon: Si usted no lo hace yo dimito.
-Hughes: Yo acepto su dimisión. Muchas gracias y
adiós.Detalle del interior del edificio.
Utzon abandonó el proyecto el 28 de febrero de 1966
sosteniendo que Hughes rehusó pagar sus honorarios y así causó su dimisión. Más
adelante describió la situación con una expresión que se volvió famosa,
"Malice in Blunderland", juego de palabras traducible como
"Malicia en el País de los Disparates".En marzo de 1966, Hughes le
ofreció un papel reducido como "arquitecto diseñador", subordinado a
los arquitectos ejecutivos, sin ningún poder de decisión sobre la ejecución del
edificio pero Utzon rechazó el ofrecimiento.
Después de la dimisión se generó una gran controversia
sobre quién tenía razón y quien estaba equivocado. The Sydney Morning Herald
divulgó inicialmente:
Ningún arquitecto en el mundo ha gozado de mayor
libertad que el Sr. Utzon. Pocos clientes han sido más pacientes o más
generosos que la gente y el gobierno de NSW. Uno no quisiera que la historia
registrara que esta sociedad se acabara por un pequeño problema pasajero o por
un pequeño problema de tacañería.
Sin embargo el mismo periódico sostuvo poco después,
el 17 de marzo de 1966:
No es culpa de él (Utzon) que una sucesión de
gobiernos y el Patronato de la
Opera hayan fallado tan evidentemente en imponer todo orden o
control en el proyecto... Su concepto era tan atrevido que él mismo solo habría
podido solucionar los problemas paso a paso... Su insistencia en la perfección
lo condujo a alterar su diseño mientras iba avanzando.A pesar del paso de los
años las opiniones continuaron divididas y depende de la versión de cada una de
las partes del proyecto. Consecuencias para Utzon, la arquitectura y la
ingenieríaEn un artículo del Harvard Design Magazine en 2005,el profesor Bent
Flyvbjerg sostuvo que el despido de Utzon fue un despido político debido al
sobrecoste de la construcción, que excedió finalmente el presupuesto inicial en
un 1400 por ciento. El sobrecoste y el escándalo creado le impidieron a Utzon
construir otras obras maestras. Según Flyvbjerg, ese es el verdadero coste del
teatro de la ópera de Sídney.
Este edificio abrió el camino para la construcción de
edificios de formas geométricas de gran complejidad dentro de la arquitectura
moderna. Fue uno de los primeros ejemplos en el uso de análisis computacional
en el diseño de formas complejas. Las técnicas de diseño ideadas por Utzon y
Arup para la Ópera de Sídney se han desarrollado ampliamente y ahora se usan
para trabajos como los de Frank Gehry o la arquitectura blob.
El diseño de la Ópera de Sídney fue también uno de los
primeros en el mundo en contemplar el uso de araldite como pegamento de los
elementos estructurales prefabricados y probando a la vez el concepto para su
uso futuro
Utzon y su dimisión
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